Estreno de "Sangre...", de Laura Silva y Osvaldo Peluffo

En el año 75 tomaba clases de Lenguaje Musical con Ernesto Epstein; uno de los problemas que nos planteaba es el siguiente: es relativamente fácil para un profesor de arte señalar una obra de arte "buena" y diferenciarla de una "mala", pero es extremadamente difícil indicar al alumno cómo hacer para que su obra sea buena, y evitar crear una obra de arte "mala".

Siempre, con todo respeto por mi querido maestro, me pareció que había algo que no estaba claro en el planteo del problema. Y a medida que pasaron los años cada vez me pareció que las categorías "arte bueno" y "arte malo" no funcionaban como se esperaba que deberían. Cada vez sé menos si una obra de arte es "buena" o "mala", simplemente porque me parece que tales categorías no son pertinentes.

Se acaba de estrenar "Sangre...", una obra teatral para la que compuse mucha música. Si en general no puedo decir que una obra es buena o mala, menos posible me resulta aún cuando estoy involucrado, cuando conozco detalles de la evolución de la obra, los cambios, los descartes, los conflictos del proceso de elaboración, las dudas, los motivos de las decisiones...

Y en esta obra estoy muy involucrado. Es un proyecto en el que estoy trabajando desde hace dos años, con pasión, objetivos estéticos propios, mucho trabajo y mucha ilusión.

De manera que deseo que la vean. Quiero escuchar sus opiniones, por qué les gustó, por qué no les gustó... Algo puedo decir: tanto el equipo de dirección, como el elenco y la producción hicieron un trabajo de altísimo nivel profesional tomando en cuenta las limitaciones de recursos. Se ha ensayado de una manera casi inhumana, y hay un esfuerzo, una concentración, un compromiso; una capacidad de trabajo grupal a y una voluntad de realización que permitieron que de una manera casi milagrosa se superaran los conflictos, los cambios, las frustraciones de más de dos años de trabajo en un grupo de más o menos veinte personas, y todos valoraran más la importancia de la realización que el interés o el deseo personal.

Espero que además les guste: no es una obre superficial, ni complaciente, ni panfletaria, ni polítcamente correcta... No es posmoderna, ni provocadora sin sentido. Es fuerte y de alto impacto, pero no vacía...

Los espero, y espero sus comentarios.

Los datos aquí.

Aníbal.